Durante años, China ha disfrutado de un estatus privilegiado junto a la India, en lo que a emisión de gases invernaderos se refiere.
Ambos países, se apresuraron gozosos a firmar el famoso Protocolo o tratado de Kyoto. En aquel remoto 1997, Estados Unidos figuraba como el principal país emisor de gases invernaderos, y se reusó a firmar el protocolo. Argumentando en parte, que países como China e India, muy pronto superaría sus emisiones, pero se verían protegidas por el mencionado protocolo.
Actualmente, China figura como el principal país emisor de gases invernaderos, e India como el tercero.
Y durante años, se valieron de la laguna jurídica que les permitía hacer emisión indiscriminada de gases invernadero. Sin embargo, parece que China ha dado un paso en la producción de energía limpia.
Principal productor de energía solar
A partir del año 2016, China logró duplicar su capacidad de producir energía solar, con la implementación de varias granjas fotovoltaicas. Claro, esta capacidad representa solo el 1% del total de energía producida en este país. Sin embargo, el conjunto de energías limpias, alcanza un 14%, con planes de llegar al 20% en años próximos.
Con todo, China se ha convertido en el principal productor de energía solar en el mundo, y continúa en su avance para reducir las emisiones de gases invernadero. Planes que incluyen el cierre de cientos de plantas de carbón y el incentivo a la población para el uso de vehículos eléctricos.
La energía solar se para sobre el carbón
Con una población que supera los 2,3 millones de personas, la cuidad de Huainan, en la provincia de Anhui, ha tenido durante años a la industria del carbón como principal actividad económica.
De hecho, es una de las principales regiones de producción de este material. Para el 2006, se registró una producción de 43.280.000 toneladas de carbón en la ciudad.
Sin embargo, una de las minas de carbón ubicadas en la ciudad colapsó, y se formó un lago artificial sobre ella.
Por supuesto, esta agua es improcedente para el consumo humano, debido a los altos niveles de mineralización con que cuenta. A pesar de ello, la resolución de China en el uso de superficies de agua para la instalación de plantas fotovoltaicas se vio favorecida.
Una de las principales razones, es que una gran cantidad de las plantas fotovoltaicas instaladas en tierra, no operan con total capacidad, debido al congestionamiento de la red.
Además, su calentamiento en tierra es bastante alto y no pueden operar a máxima capacidad. Particularmente en esto, la instalación de plantas flotantes es ventajosa. Se estima un incremento de hasta el 11% en la eficiencia de producción de energía, gracias a la refrigeración que proporciona el agua a los paneles solares.
Paneles solares
Esta tecnología surgió gracias a la industria espacial, hasta llegar a convertirse en la principal manera, y la más confiable, de aportar energía a satélites y sondas espaciales.
Algunas compañías, se han especializado en la producción de paneles solares, mejorando cada vez más la capacidad de producir energía. Como cabe esperar, son empresas Chinas las que lideran este mercado, seguidas muy de cerca por las empresas estadounidenses.
Plantas de paneles solares
Durante años, Estados Unidos lideró la producción de energía solar. Posteriormente fue Japón quién había llevado la batuta en la instalación de superficies acuáticas para la producción de energía solar.
Lógicamente, el reducido espacio con que cuenta el país nipón, hacía necesario una alternativa viable para producir energía limpia (no nuclear). Hay que recordar los desastres que ha sufrido Japón con las plantas nucleares, que conducen a buscar otras alternativas para producir energía.
Sin embargo, Alemania dio un salto enorme para superar a la isla en la producción de energía solar. Pero finalmente, es China quien lidera la «competencia» por convertirse en el mayor productor de energía solar.
En Estados Unidos, Hawái se destaca por su proyecto de funcionar completamente con energía solar en un futuro cercano. De hecho, algunas islas ya cuentan con completa autonomía fotovoltaica.
Uno de los problemas, es que el excedente de energía solar se perdía, y en días nublados o por las noches, no era posible utilizarla.
La empresa Tesla, ha ideado baterías para almacenar esta energía en las islas hawaianas, que permiten usar por las noches, la energía producida durante el día.
Claro, en pequeñas islas como las hawaianas, lograr esto es relativamente fácil. Pero para países como China, esta tarea es titánica.
Inversiones millonarias para la energía limpia
La empresa China Three Gorges, fue la encargada de llevar a cabo el ambicioso proyecto. Para ello, se contó con una inversión que supera los 150 millones de dólares. Una inversión de esta magnitud en proyectos para producir energía limpia, hace ver el grado de compromiso del país asiático, con su resolución de disminuir la emisión de gases invernaderos.
De hecho, se estima que la cantidad de energía suministrada por la nueva planta flotante, contribuirá a disminuir en 199.500 toneladas, las emisiones anuales de gases invernaderos a la atmósfera.
Una gran cantidad de energía limpia
La empresa encargada de administrar la planta, es la Sungrow Power Supply Co, que ha confirmado una producción de energía de 150 Megavatios, capaces de suplir las necesidades de unas 15.000 familias. Para producir esta misma cantidad de energía, se necesitarían emplear 53.000 toneladas de carbón al año. Sin duda, es un ahorro considerable en el uso de carbón.
Actualmente, China cuenta con una capacidad instalada que supera los 77 Gigavatios, de energía solar. Pero los planes del país apuntan a una capacidad de generación de 143 Gigavatios para el año 2020.
Con firmeza, China se plantea como el principal productor de energía limpia en los próximos años, siendo ya el líder en producción de energía solar. Superando también a Japón en el uso de plantas flotantes fotovoltaicas. A pesar de ello, el país se mantiene como el principal emisor de gases invernadero a la atmósfera, y casi un millón de personas mueren anualmente en el país a causa de la contaminación.
A pesar de ello, China avanza en la resolución de disminuir la emisión de gases invernaderos, y de producir energía limpia. Sin duda, valdrá la pena ver los esfuerzos de el país por mantener la vanguardia en esta área.